sábado, 9 de marzo de 2013

Dreams hidden in a plastic bag


Pasan los años, y el rastro de humanidad de nuestra mirada se va apagando paulatinamente. De repente, un soplo de lluvia y un relámpago que iluminan la negra noche consiguen despertarme de mi
letargo. Esa bofetada de aire fresco que te hace sentir vivo por unos instantes. Necesito uno de esos momentos ahora mismo.

Cuando las ganas de vivir flaquean, cuando sientes que todo aquello que un día creíste que podrías hacer es inalcanzable, todo se vuelve gris.

"Pero tú no tienes nada ni nadie que te ate a algo que en el fondo es lo que siempre has querido evitar"

Las horas son dias, los días son horas. La música, mis sueños de cristal y yo, a solas en esta habitación, aislados de los primeros rayos de sol que intentan colarse a través de la persiana.

"Tú estas a tiempo de poner tu vida en el rumbo que tu elijas"

Con la mirada fija en estas palabras, la mente en blanco e improvisando palabras ajadas: he vuelto. Esto ocurre pocas veces al año, sólo aquellos días en los que descubro una canción que realmente me toca,
o hablo con una persona que realmente me entiende. Hoy una persona que me entiende compartió varios temas que llegan al alma, esto quiere decir que es una noche afortunada.

"Yo quiero a alguien que se desviva por la música, si puede ser"

Mientras muchos andan fuera ahogando su hígado en sueños incumplibles de una noche loca, comparto mis pesares con la luna de cristal de mis pensamientos.

"Al menos que pueda llegar a comprender que nada ni nadie se puede interponer entre la música y yo"

Creo que no puedo llorar exteriormente... Me he forzado y lo he intentado de formas naturales y no soy capaz... Así que cuando estoy triste mi interior le llora a esa luna
incolora que alumbra mis pensamientos y esta habitación en días como hoy, tratando de compensar el desierto de mis mejillas por esta interminable sequía.

"Que entienda que me pueda pegar un dia entero tocando, o comparta mis alegrias con un riff inventado"

Ideas fugaces... Que se pintan con subrayador por los lazos inesperados del destino. Una sonrisa y dos ideas bohemias que te hagan ser capaz de volar por unos instantes.
Frases inconexas. Creo que la belleza de la escritura reside en la aleatoriedad de las palabras en la mente... Sólo cuando el alma traspasa la imaginación y encuentra
el algoritmo perfecto, las palabras se asocian con sentimiento.
Constancia, paciencia y suerte: las claves para cumplir un sueño.


"Sólo quiero a alguien que entienda mis locuras, ese es el precio a pagar para que yo te entregue mi mundo de hojalata"