lunes, 10 de enero de 2011

Días para olvidar

Existen días... días de todos los colores. Hoy, por desgracia es uno más de esos marcados por el agobio de tener que cargarte miles de cosas en tu memoria y espalda. Como si de una lista de la compra se tratara, debo archivar previamente el orden de lo que voy a hacer:

-Barrer y fregar la cocina y el pasillo (esté sucio o no, es gracioso).
-Marcharme a la universidad para plantear como hacer una práctica de programación... No sin antes cerciorarme de no dejarme ni mi botella de agua encima de mi escritorio (no pregunten por qué), ni de dejarme un abrigo encima de la cama.
-Llegaré allí, y apenas tendré tiempo de mirarme la práctica que tenemos que exponer hoy.
-Estaré con ello y luego tendré que ir a la autoescuela, a pagar un aumento de plazo porque no me he podido preparar suficiente con todo lo que tuve el mes pasado, pero bueno, no es nada. No me quejo por ello.
-Llegaré a casa a las nueve, y tendré que seguir con la práctica de programación... Hasta la hora de cenar.
-Con suerte (bastante), podré acabar de cenar rápido e irme a seguir trabajando sin bronca.
-Y a las doce... a dormir.

Cómo veréis hay varios puntos que no quedan muy aclarados: no tengo ganas de dedicarle más pensamientos a mi situación aquí, lo siento.

Y además, creé este blog con la intención de distraerme, no de amargarme más... así después de este día, mañana llegará otro parecido, pero...

 ¿Cuál es el problema? Todo tiene su recompensa y nada es eterno.

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